Antielogio del dato

La distopía no es la respuesta, ¿qué es la distopía? Lo contrario de la utopía, o bien, la utopía que deviene en pesadilla. Los seres de estadísticas, por ejemplo, han soñado largamente con la valía, hermosura y felicidad de la acumulación de datos. Y es verdad que los datos sirven, funcionan, trastocan, sostienen y hasta transforman, pero la mera acumulación de datos no es un discurso por sí mismo y, mucho menos, garantiza la libertad.

Acumular datos para construir una interpretación y romper con ello la alienación que caracteriza nuestro tiempo, he ahí un uso adecuadérrimo de la observación, pero demasiada observación deviene en terrorismo del algoritmo. En nombre de la seguridad terminamos por poner más rejas a nuestra jaula.

Entonces, necesitamos romper el fetichismo de la seguridad policiaca. En "1984" de George Orwell, el Gran Hermano todo lo ve, todo lo controla, y aun así, el crimen, en su forma más insidiosa (la represión del pensamiento, la negación de la persona), persiste. La vigilancia extrema no erradica el mal, sino que lo transforma, lo empuja hacia las sombras, o peor aún, lo convierte en parte inherente del sistema. En contraste, en "Un Mundo Feliz" de Aldous Huxley, la sociedad es controlada no por la fuerza bruta, sino por la manipulación genética, el condicionamiento y la satisfacción hedonista. En ambos casos, el individuo está subyugado, la libertad cercenada, y las problemáticas fundamentales de la desigualdad y la injusticia permanecen intocadas.

¿Qué hacer entonces? La ausencia de opciones, la desesperanza construye abismos. Paradójicamente, la pesadilla, que es una forma del sueño, ve a su adversario en los sueños, no los sueños alienantes, sino en el soñar despierto, que es como sueña el sujeto histórico, el que descubre que camina con los demás y que con los demás romperá las cadenas de su propia sumisión, de su propia estupidez. Recuperar la esperanza no es permanecer a la espera de un salvador, sino tomar en nuestras manos las banderas del nuevo mundo, sólo así el dato construye senderos en lugar de derrumbarlos en aras de un encierro seguro.

Big Ben

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