suburbano 3

Metro 3

Del éxito a la basura 

Andar en la calle provoca muchos conocimientos y muchos conocidos, así conocí a Víctor Manuel González, alias, El Violín. Rígido y suave, con la cabeza sobre el cojincillo y la mano derecha llevando el arco de arriba abajo. Las melodías de Vivaldi, Bach, o Melodía Desencadenada, inclusive.

Con él viaje por Oaxaca y Puebla. En Oaxaca quedamos de encontrarnos para tocar en la calle. Llegué antes de Navidad, él pasando las fiestas. Voy a buscarlo al centro. De lejos lo veo:  Mientras ejecuta la pieza, clava su mirada en una chica. La ve seguro de sí mismo. Cuando tiene su violín en las manos es el dueño del escenario, lo mismo puede ser la calle, las escaleras del Metro, una plaza pública, un puesto de garnachas o en este centro. 

Mientras lo saludo un tipo nos invita a su mesa, resulta ser un gestor cultural cuyo nombre he olvidado. Una mujer se acerca para invitarnos a su mesa, el tipo le dice: “Ahora no, Lila”. La veo, es Lila Downs. Somos invitados a tocar en la presentación de una revista en el museo de Francisco Toledo. Nos encontramos de nuevo a Lila, nos invita a acompañarla a El Central, el bar de moda. Lila es muy simpática y agradable, sin poses y directa. En cuanto nos ve, nos interroga sobre nuestro conocimiento de la música tradicional oaxaqueña, la verdad es que apenas conocemos La Llorona, de todos modos nos sube al escenario. De rodillas canta Paloma Negra mientras yo intento lograr algo con mi saxofón soprano.

Ese día compartimos la fama y el éxito de Lila, luego salimos del bar, ya no hay cómo llegar a nuestro refugio. Nos tumbamos a dormir al lado de la Iglesia de Santo Domingo. Un policía nos aluza:

—¿Qué hacen ahí?

—Descansar en lo que amanece, oficial, acabamos de tocar en un bar y ya no tenemos forma de llegar a casa.

—Ah, es que parecen basura.

Comentarios

Tomás ha dicho que…
wenazo compañ! un gusto leerlo. Salud,
t

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