NOTAS SUELTAS SOBRE EL JAZZ

Entre los orígenes del jazz se encuentran las llamadas rent partie’s, tales fiestas se realizaban para poder pagar la renta. Lo toca en una canción Ethel Waters:
Rent man waitin’ for his forty dollars
Ain’t got me but a dime and some bad news,
Bartender, give me a bracer, double beer chaer,
‘Cause I go the low-down, mean, rent man blues. p. 43 Estética

“Revelando el espíritu de asociación característico de las minorías oprimidas –puesto de manifiesto, también, en los candombos y cofradías del Río d la Plata-, los afroamericanos trataron de resolver el problema de la vivienda en una forma harto original. Celebraban fiestas semanales a las que podía concurrir cualquier persona del vecindario, siempre que abonara la suma de diez centésimos de dólar, cantidad que pronto se elevó a quince y aun a cincuenta. También era costumbre dejar la entrada libre, obteniéndose las ganancias sobre el expendio de bebidas y comidas”.
(...)
Para dar publicidad a estas fiestas los negros norteamericanos repartían invitaciones impresas o insertaban avisos en los periódicos, de este tenor:
“Papa, if you want to see Mama do the Black Bottom, come to Social Party fiven by Mis. Kelly. 8 West 134 th street, I Fligth, west sde.Saturday Evening, Frebuary 5, 1927. Refreshments seried. Good Music.”
Otras veces la propaganda para esos actos sociales se efectuaba en verso:
There’llbe browskin mammas,
High yas too,
And if you ain´t got nothin’ to do
Co up to Mary Lou’s

There’ll be plenty of pig feet
And lots of gin;
Jus’ ring the bell
An’ come un in p. 44 Estética

Rent Partie’s

Bessie Smith en Gimmie a pigfoot:

Up in Harlem every Saturday nigth
When the high-browns get together it’s just too tigth-;
The whole congregation does an all-nigth strut,
And what they do is jus tut! tut!
Old Hannah Brown from i cross the town
Bits full of corn and starts breakin’ em down;
And at the break of day you’ll hear old Hannah say-
Send me, gate, i caus i don’t care,
I feel just like i wanna clown!
Give the pianno-player a drink, because he’s bringing me down!
He’s got rhythm-yea! When he stomps his feet
He sends me ritgh off to sleep.
Chceck all yoru razor and yor guns,
We’re gonna be wresin’ when the wagon comes...
Give me a reefer and a gang of gin,
Slay me ‘cause i’m in my sin,
Baby, ‘cause i’m full of gin”. P. 45 Estética




El folklore antes del blues y el jazz

Los “spirituals”, los “los shorts”, los “work songs” o “labor songs”, los “hollers”, las canciones de danza (“dance songs” o “levels”) y hasta los originales sermones pronunciados por los viejos predicadores del sur de los Estados Unidos. P. 11 Estética del jazz
Sus versos, en los que cuaja la protesta y el descontentos social, la música rítimica ha encontrado una poesía henchida de belleza e intención. P. 12

Polifonía de las negro songs

Desde que psió tierra estadounidense, el hombre de tez morena entonó sus canciones en forma poifónica; halló verdadero goce estético en combginar simultáneamente dos o más voces melódicas. Este rasgo se observa lo mismo en los “spiritual” que en cualesquiera de las vetas queintegran la cantera de su música folklórica secular y religiosa p. 13 estética…


Juba
Juba dis, Juba dat,
Juba killed my yellow cat,
Rabit it may turnit top.
Rabbi hash, pule cat mash,
Jay bird soup, raccoon mush,
Rah, rabbi, rabbi, rabbi
p. 14
Rola de presunta procedencia africana
Estética del jazz


Nuevas historias del jazz

Yo nací como dice el dicho vulgar “con los tambores por dentro”. P. 1

Recuerdo mucho a mi padre Miguel Contreras tocando su batería siempre rodeado de mujeres bellas. P. 1

Tino quiso tocar la trompeta al escuchar a Arturo Negrete, pero su papa siempre le decía: “No es parta ti”. P. 1

Admirador de Gee Krupa y Budy Rich

Erta tanta mi emoción al ver a Gen Grupa (sic) tocando los tambores que decidí abandonar la sastrería me había escuchado tocar la batería desde niño lo acepté para poder comprar mi primer batería que costaba 600 pesos de aquéllos. Una noche desaparecí, me fugué de casa y mi hermano Efrén Contreras, saxofonista, me acompañó en ésta mi primera gira. Fueron mis primeros pesos que, andando el tiempo, me harían recorrer todo el mundo. P. 1

Pues bien, a mi regreso a la ciudad de Chihuahua, ya con batería y todo y en compañía de mi hermano Efrén, formamos un cuartero que se llamó “Los Cadetes del Swing”. Como yo me había ganado algunos billetitos en la sierra compramos gorras de lechero…”. P. 2

Orquesta Jazz Band en la ciudad de Chihuahua; era usual contratar una banda de jazz para fines publicitarios de cualquier produto; esa banda la metían en una troka o troca. Por las calles salían tocando jazz y, a la vez, anunciando los productos que pagaban el recorrido de horas enteras por la ciudad. P. 2 auto

“Una tarde que salí de la esculea, escuché música por el rumbo del cine Estrella… corrí a ver de qué se trataba y me encontré con la orquesta del Negro Batista, José Novo. Su orquesta se llamaba “Cuba Jazz”, calro, él era cubano y su orquesta muy famosa en Chihuahua. En ese entonces mi papá tenía la orgesta 62 Jazz B and; eran competidores y había pique entre ellos. Era pique personal y musical, aparte los dos tocaban la batería y eran los bateristas más famosos de su tiempo en Chihuahua. Bueno, me paré frente a la orquesta para escuchar al baterista José Novo y me gustó mucho su batería de color negro, me llamó mucho la atención el material del que estaba hecha, con mis manos, cuando de repente el negro las golpeó con sus baquetas. Me golpeó fuerte, con dolo. Y me dijo: Dígale a su papá que fui yo quien le pegó”, pero esto nnca se col conté a mi papá”. P. 4 auto.



Estructura del blues

La contestura de doce compases y tres versos, con su básica estructura armónica de tres acordes (tónica, subdominante, séptima dominante) era ya usada por los peones, los pianistas de “honky tonos”, los vagabundos y otros negros no privilegiados pero inter´pidos, desde Missouri hasta el golfo de México, y se había convertido en un medio común a través del cual podían expresar sus sentimientos personales en una especie de soliloquio musical•.
William C. Handy y Armna Bontemps


Ciudad Juárez, la puerta del Jazz.

Del jazz en ese tiempo, escuchaba mucho una pieza que siempre me gustó: “Star Dust”. Los trompetistas se lucían, porque este número se presta para ‘sólo de trompeta’, sonaba a mis oídos como música del cielo; “polvo de Estrellas” se llama esta balada en español. Yo quería aprender a tocar la trompeta, pero no había dinero para comprar una, aunque fuera vieja. P. 8 autobiografía

Su papá tenía una sastería

“Viví toda la Segunda Guerra Mundial en Ciudad Juárez. Por ese tiempo Glenn MIller, TOmmy Dorsey, Gene Grupa, Harry ames, Durge (sic) Ellington, Coun (sic) Bassie, Buddy Rich, Woody Herman, Less Brown… eran las bandas que más fama tenían en USA. El Liberty may de EL Paso, Texas, era el lugar de presentación. Era impresionante mirar estas orquestas en vivo yo fijaba mi vista en Joe Jones, baterista de Cont Basi, me impresionó mucho y me daba vuleta la cabeza, ¿cómo es posible tocar tanto?, tocó un solo de Drums con los mallets (baquetas con bolas de algodón) extraordinario. Por eso siempre que toco un solo con los mallets, me acuerdo de Joe Jones. P. 9

Yo por ese tiempo tocaba en el Joe Place de la Ave. Juárez. Ahí escuchaba hablar a los soldados de los horrores de la guerra. Había algunos que eran músicos y subían a tocar con nosotros How High the Moon, era el tema preferido, en tono de Fa. Muchas ió que se trataba de grandes músicos de Jazz vetido de soldados, con grados de capitóan o sargento…, era fascinante. P. 9

1951 La anécdota de Zambo y Grupa. Grupa se presentó en El Paso Texas. Gilberto Olvera, El Zambo, trompetista, le pregunta a Tino si lo quiere conocer, van a su hotel. Se quedan con cara de pendejos. Grupa deice ¿Yes? Bull Sheet. P. 12

Llegué a México contratado por la orquesta de Luis Arcaraz en el año de 1953. la orquesta tenía problemas para conseguir baterista y Héctor Hallal, quien en ese entonces era arreglista de la orquesta, habló con Luis Arcaraz para que fuera yo el que tocara los tambores. P. 13

Junno a la XEW, en el bar Cashba, se reunían músicos de la talla de Mario Ruiz Armengol, pianista y gran arreglista, además un ser humano extraordinario, Héxtor Hallar, otro de los grandes arreglistas mexicanos a sax tenor de jazz. Ahí también estaba con su contrabajo, después de su hueso con los Violines de Villa Fontana, Enrique Almanza y su director Roberto Pérez Vázquez, magnífico pianista que también ama el jazz y la música de concierto. Pepe Solís a su trompeta, Ricardo Lemus y su batería, Mario Patrón, Chlo Morán, Pablo Jaimes, gran piano de jazz; Víctor Ruíz Pazos, el gran talento del contrabajo; Mario Contreras, Cuco Valtierra. P 23

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